viernes, 19 de diciembre de 2014

El ciclo inmobiliario prima a los que no sufren la crisis


Banqueros, políticos, ejecutivos de las empresas del Ibex35, futbolistas, famosos y, en general,  todos cuantos pueden,  aprovechan los bajos precios del mercado inmobiliario residencial para cambiar de vivienda o hacerse con un casoplón en una zona de vacaciones.

De el presidente del BBVA,  Francisco González, que acaba de comprarse una villa de seis millones de euros en Guadalmina Baja, a la que también se ha mudado la familia Aznar-Botella pagando dos millones por un chalet de 300 metros cuadrados, donde tendrá como vecinos a Carmen Franco, Mayor Oreja, María Dolores de Cospedal y  Luis Bárcenas, aunque por ahora no la pueda disfrutar. Todos han aprovechado las oportunidades que ofrece el mercado.

La lista de compradores conocidos que se han lanzado durante los últimos tiempos a la caza y captura de chalés y pisos de lujo es interminable. De Cayetana Martínez de Irujo, duquesa de Montoro que no hace mucho firmó las escrituras de varios inmuebles también en la Costa del Sol, como inversión,  al presentador de El Hormiguero, Pablo Motos, que ha comprado un piso en el barrio Salamanca de Madrid por un millón de euros.

Felipe González ha preferido vende su casa de  Tánger, valorada en 2,5 millones de euros, a la familia real de Arabia Saudí, para comprarse  una finca de caza en la sierra de Guadalupe (Cáceres) de más de 120 hectáreas de terreno, que le ha costado alrededor de un millón de euros.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, tampoco ha desaprovechado la oportunidad y se hizo con un ático de lujo en la Moraleja de Madrid por 600.000 euros, poco antes de que su Gobierno subiera el IVA.

Aunque los pisos de lujo no han bajado tanto como el resto,  también lo han hecho cayendo del orden del 15 al 20 %, dependiendo de la zona, y los tiempos que tardan en  venderse  no suelen superar los tres meses, algo menos de la mitad de lo que se precisa para vender las que no pertenecen a esta categoría.

Entre las zonas prime de Barcelona figuran, Pedralbes o Gavá, donde los jugadores del Barça no han dejado escapar la oportunidad de aprovechar la coyuntura.  Lionel Messi, está muy activo en el mercado inmobiliario. Se ha comprado una mansión de 400 metros cuadrados en Gavá por algo más de tres millones de euros, y parece que también  ha firmado la adquisición de las dos viviendas colindantes. Alexis y Fábregas, que pusieron rumbo a Londres hace tres meses, dejaron compradas casas  en Pedralbes y Casteldefells por uno y cinco millones, respectivamente. Por supuesto, la mayoría de estas operaciones se hace sin hipotecas de por medio, pagándose al contado.  

Mención aparte merece el caso de Gerard Piqué. El defensa internacional y su mujer, Shakira, han creado una sociedad para gestionar su importante patrimonio inmobiliario. A la imponente mansión del matrimonio en la Ciudad Condal, se han sumado ahora un chalé en Canarias y dos apartamentos de lujo en uno de los edificios más exclusivos de Ibiza, de reciente construcción, donde también ha invertido Puyol. A millón por vivienda.  Su excompañero David Villa también ha comprado otra casa en Ibiza, mientras que Silva se ha hecho promotor de viviendas de lujo y vende seis chalés en Las Palmas a 1,2 millones de euros cada uno.

En los círculos empresariales también existe la convicción de que invertir en el inmobiliario residencial  empieza es una  ganga. Para muestra, un botón: directivos del Ibex han comprado una de las últimas promociones de Somosaguas, otra zona prime de Madrid, a casi  dos millones la vivienda. La excepción es  Amancio Ortega, que  no se conforma con dominar el textil y va camino de convertirse en uno de los principales propietarios de inmuebles prime  del mundo, a través de su inmobiliaria Pontegadea. Además de comprar periódicamente edificios en Nueva York y Londres, no hace mucho ofreció 1.200 millones de euros por veinte fincas urbanas de París y ya es dueño de diez de los mejores inmuebles de Madrid y Barcelona.

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