viernes, 31 de enero de 2020

La Unión Europea ha lanzado una guía para hacer frente al Brexit que se inicia hoy

Después de tres años y medio de tiras y aflojas, de incertidumbre política, económica y social; de reuniones, referéndums y mucho debate hoy el Brexit se hace realidad. Tras 47 años de relación, hoy, el Reino Unido empieza a romper los lazos que le unían a la Unión Europea. Se abre así, un periodo de transición que durará hasta diciembre 2020 y que ha de servir para negociar cómo resolver el futuro vínculo. El Brexit llega tras diez meses de retraso, tres prorrogas y alguna que otra renuncia. Los efectos que puede tener el Brexit para el conjunto del continente es aún una incógnita. La preocupación es creciente y las dudas se multiplican por momentos. Por eso, la Unión Europea ha elaborado una guía para resolver estos interrogantes que mantienen en vilo a todo un continente. Se trata de una guía válida únicamente para el período de transición. Lo que pase después vendrá determinado por los acuerdos que se obtengan durante esta etapa previa.

¿Qué pasará en este período de transición?

Hoy, la Unión Europea pierde por primera vez en su historia uno de sus miembros. Aunque se trata de un día histórico es más simbólico que otra cosa. Y es que, a efectos prácticos esta separación aún no se hará notar durante este primer año. Con este Brexit ordenado y pactado viene implícito un período de transición en la que el Reino Unido dejará de tener voz y voto en las instituciones europeas. Pero la situación restará sin cambio significativos para los ciudadanos, consumidores, empresas, inversores de ambos bandos.
Esta primera etapa de transición se alargará hasta el 31 de diciembre, aunque si no hay acuerdo por aquel entonces se podrá prorrogar una sola vez, por un período de uno o dos años. Dicha prórroga se deberá solicitar antes del 1 de julio del 2020.
Durante este periodo la UE y el Reino Unido debatirán como serán sus relaciones futuras en materia de cooperación económica, política exterior, comercio, seguridad y defensa, principalmente.
Mientras tanto no se llega a este acuerdo, el Reino Unido estará sujeto a los derechos y efectos de la UE en todos los ámbitos políticos. Así, tendrá que respetar todos los acuerdos internacionales firmados por la unión. También se aplicará la política exterior y de seguridad común en la Unión Europea. Eso sí, podrán negociar acuerdos comerciales con otros países, siempre que se hagan realidad una vez finalice el periodo de transición.

Situación de los ciudadanos tras el Brexit

La principal preocupación de ambos bandos ha sido proteger las opciones de vida de los ciudadanos tanto de la Unión Europea como del Reino Unido. Así, tanto los ciudadanos europeos que residan en Reino Unido, como los británicos que vivan en cualquier punto de la geografía europea podrán ejercer sus derechos en territorio de la otra parte, incluso al finalizar el periodo de transición. De esta forma, podrán acceder a un empleo, a la seguridad social o a una residencia sin ningún problema. Eso sí, se darán estas circunstancias siempre que la decisión del lugar de residencia haya sido tomada antes de que acabe el periodo pactado. Una vez acabe esta etapa, aquellas personas que quieran residir en el país británico deberán atenderse a sus exigencias.

Contratos públicos y situación financiera

Todos aquellos procedimientos de adjudicación de contratos públicos pendientes antes de terminar el periodo de transición dispondrán de seguridad jurídica. Por lo tanto, estarán sujetos a las normas de la Unión Europea, como así se iniciaron.
Respecto a los presupuestos europeos, el Reino Unido seguirá contribuyendo al presupuesto de 2010 y 2020 como si siguiera siendo miembro de este. Una vez se haga efectiva la ruptura, los británicos deberán pagar una factura que responda a las obligaciones financieras de estos para con el Consejo. Pese que aún hay que negociar la cantidad de esta factura, todo apunto que podría rondar los 45.000-55.000 millones de euros. De su lado, el capital desembolsado en el Banco Central Europeo será devuelto al Banco de Inglaterra. Finalmente, Bruselas ha querido dejar claro que la salida del Reino Unido no comportará ninguna diferencia con lo que pagan y perciben los países miembros actualmente

Irlanda del Norte

La situación de Irlanda del Norte ha sido una de las más complicadas de manejar y ha sido herramienta de debate principal. Finalmente, la UE y Reino Unido han pactado que Irlanda del Norte seguirá aplicando las normas relacionadas con el mercado único de la UE, una vez finalice el periodo de transición. Se evitará así, una frontera física, ya que al mismo tiempo Irlanda del Norte seguirá formando parte del territorio aduanero británico. Por lo tanto, podrá acogerse a futuros acuerdos de libre comercio. Dentro de cuatro años será la propia Irlanda del Norte quien decida si quiere seguir aplicando las normas de la UE o no. Habrá que ver ahora cómo afecta al sector inmobiliario.