Cada cuánto se debe cambiar y lavar la ropa de cama
Sábanas, almohadas…
¿cada cuánto hay que lavar esto para que los gérmenes y bacterias no te coman
vivo?
Ese gran misterio, con qué frecuencia hay que lavar la
ropa de cama… Desde hoy lo tendrás resuelto, sigue leyendo.
Nuestro primer consejo: tras la compra, lava
siempre la ropa de cama (la de cama y cualquier otra ropa). Así
eliminas restos químicos y el polvo que se haya podido ir acumulando en
almacenamiento, transporte, etc.
Pero pongámonos en que las sábanas no son nuevas,
¿cada cuánto lavarlas? Los expertos dicen que lo idóneo sería lavar las
sábanas semanalmente. ¿Que no te da la vida? Pues el plazo máximo
serían dos semanas, mejor no pasar de ahí: hay que tener en cuenta que cuando
dormimos, nuestro cuerpo desprende células muertas… que son un alimento
perfecto para los ácaros. Además también puede haber hongos, restos de
maquillajes….
Así que ya sabes: una vez a la semana sería lo
idóneo. Si las sábanas son blancas lo idóneo para mantenerlas
impolutas es lavarlas con agua y jabón neutro a una temperatura entre 70 y 60
grados. ¿Elimina la lavadora todos esos bichillos de los que hablábamos? Pues
sentimos decirte que no, muchos son resistentes a esos lavados aunque sean con
agua caliente por eso, lo más aconsejable es poner luego esa ropa de cama en la
secadora y con media hora sería más que suficiente para acabar con ellos.
¿No tienes secadora? No pasa
nada: tender al sol, con luz solar directa, va de perlas también y
además, ahorras en tarifa eléctrica.
Otro detalle: piensa que ácaros y bacterias se quedan
en la lavadora después de los lavados así que no está de más que al menos un
par de veces al año, si no más (todo dependerá de su frecuencia de uso) limpies
este electrodoméstico, además esto alargará su vida útil.
Seguimos: ¿y las almohadas? Sí, amigo, las
almohadas también se lavan y si has visto que la tuya acumula manchas amarillas
(todos pensamos en Homer Simpson babeando al ver esas horribles manchas
amarillentas) lo mejor casi es tirarla. Ojo: si la almohada tiene relleno
natural, deberás llevarlas a la tintorería. Si ese relleno es sintético, puedes
lavarlas entre 40 y 60 grados pero nunca está de más mirar la etiqueta para no
meter la pata.
Para secarla, si tienes secadora lo tienes fácil: la
metes a temperatura baja y ya está. Si no, ahora en verano puedes aprovechar la
temperatura exterior para hacerlo aunque deberás ir girando la almohada para
que se seque por todas partes.
Autor:@Lucía Martín