España es el segundo país más ruidoso
del mundo. La sexta parte de los españoles están expuestos a niveles
perjudiciales de ruido más de dos horas al día y el exceso de sonido en la vivienda
es algo que no se debe menospreciar, pues afecta a la salud y a la calidad de
vida, pudiendo ser el causante de estrés, molestias y trastornos.
Los ruidos que sufrimos tienen varios
orígenes: nuestra propia vivienda, hogares colindantes y el exterior y para
combatirlos, sobre todo estos últimos, se recomienda un adecuado aislamiento
acústico de nuestra casa.
Un buen aislamiento acústico de
un hogar es vital para el confort y disminuye los molestos sonidos de la calle.
Durante el día, el ruido no debería superar los 50 decibelios y los 30 por la
noche.
Estas son algunos consejos para
conseguirlo y ganar bienestar:
1
Comprobar las ventanas.
Las ventanas son un elemento fundamental
para evitar el ruido. Lo primero es corroborar que estén en buen estado, sin
grietas. Pero si el exterior es demasiado ruidoso se puede recurrir a la
instalación de ventanas dobles: una por la parte exterior del muro y la otra
por la interior, con una separación suficiente entre las dos lunas. Los
cristales deben ser gruesos (6-8 mm) y si las hojas son batientes garantizarán
un cierre más hermético. Deben ser preferiblemente de PVC.
2 Aislar paredes, suelos y techos.
En el caso de las paredes,
lo más común para aislar la vivienda del ruido es colocar una doble pared de un
material ligero y situar entre ambas un material aislante como fibra de vidrio,
lana de roca, etc.
En cuanto a los suelos, la
solución es muy similar. Se puede instalar un doble suelo con un material
aislante o si hemos decidido poner un parquet flotante, no olvidar bajo el
mismo insertar una capa aislante para evitar la resonancia.
Si tenemos vecinos de arriba, un
falso techo acústico sobre el que se colocan varias capas de
material aislante puede ser una buena solución si queremos disminuir sonidos
molestos. Otra opción puede ser un techo suspendido.
3 Aislamiento entre habitaciones.
Además de aislar la vivienda de los
ruidos del exterior, en ocasiones es necesario controlar el sonido del propio
hogar. Para conseguir que las habitaciones sean más silenciosas un buen recurso
es utilizar tabiques de pladur de doble placa con aislamiento en su interior,
pues evitan mejor del ruido que el ladrillo, y otra idea es colocar puertas
macizas en lugar de huecas.
4 Instalaciones lejos de las zonas
privadas.
Se recomienda concentrar las
instalaciones en los falsos techos de zonas comunes o de paso y lo más lejos
posible de las zonas de descanso. Por ejemplo, trasteros, baños y despensas son
una buena opción para alojar el sistema de climatización; y las tuberías mejor
que discurran en los pasillos o el vestíbulo en lugar de en las habitaciones.
5 Otros elementos aislantes y además
decorativos.
Los tejidos también
actúan muy bien como barreras acústicas, y mejor cuanto más densos y tupidos
sean. Las telas amortiguan, cojines y tapizados absorben las ondas sonoras. Las
alfombras en el suelo ayudan a debilitar el ruido y las cortinas confeccionadas
con tejidos gruesos mitigan tanto el ruido del exterior como de la propia casa.
Los muebles adosados a
la pared, como estanterías o armarios empotrados, cumplen la función de
aislamiento y además se gana almacenaje.
Cuadros y espejos también reducen el sonido del otro
lado del muro y el eco interior.
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