miércoles, 28 de febrero de 2018

Así puedes aislar tu vivienda del ruido



España es el segundo país más ruidoso del mundo. La sexta parte de los españoles están expuestos a niveles perjudiciales de ruido más de dos horas al día y el exceso de sonido en la vivienda es algo que no se debe menospreciar, pues afecta a la salud y a la calidad de vida, pudiendo ser el causante de estrés, molestias y trastornos.
Los ruidos que sufrimos tienen varios orígenes: nuestra propia vivienda, hogares colindantes y el exterior y para combatirlos, sobre todo estos últimos, se recomienda un adecuado aislamiento acústico de nuestra casa.
Un buen aislamiento acústico de un hogar es vital para el confort y disminuye los molestos sonidos de la calle. Durante el día, el ruido no debería superar los 50 decibelios y los 30 por la noche.
 
Estas son algunos consejos para conseguirlo y ganar bienestar:

 1 Comprobar las ventanas.

Las ventanas son un elemento fundamental para evitar el ruido. Lo primero es corroborar que estén en buen estado, sin grietas. Pero si el exterior es demasiado ruidoso se puede recurrir a la instalación de ventanas dobles: una por la parte exterior del muro y la otra por la interior, con una separación suficiente entre las dos lunas. Los cristales deben ser gruesos (6-8 mm) y si las hojas son batientes garantizarán un cierre más hermético. Deben ser preferiblemente de PVC.

2 Aislar paredes, suelos y techos.

En el caso de las paredes, lo más común para aislar la vivienda del ruido es colocar una doble pared de un material ligero y situar entre ambas un material aislante como fibra de vidrio, lana de roca, etc.
En cuanto a los suelos, la solución es muy similar. Se puede instalar un doble suelo con un material aislante o si hemos decidido poner un parquet flotante, no olvidar bajo el mismo insertar una capa aislante para evitar la resonancia.
Si tenemos vecinos de arriba, un falso techo acústico sobre el que se colocan varias capas de material aislante puede ser una buena solución si queremos disminuir sonidos molestos. Otra opción puede ser un techo suspendido.

3 Aislamiento entre habitaciones.
Además de aislar la vivienda de los ruidos del exterior, en ocasiones es necesario controlar el sonido del propio hogar. Para conseguir que las habitaciones sean más silenciosas un buen recurso es utilizar tabiques de pladur de doble placa con aislamiento en su interior, pues evitan mejor del ruido que el ladrillo, y otra idea es colocar puertas macizas en lugar de huecas.

4 Instalaciones lejos de las zonas privadas.
Se recomienda concentrar las instalaciones en los falsos techos de zonas comunes o de paso y lo más lejos posible de las zonas de descanso. Por ejemplo, trasteros, baños y despensas son una buena opción para alojar el sistema de climatización; y las tuberías mejor que discurran en los pasillos o el vestíbulo en lugar de en las habitaciones.

5 Otros elementos aislantes y además decorativos.
Los tejidos también actúan muy bien como barreras acústicas, y mejor cuanto más densos y tupidos sean. Las telas amortiguan, cojines y tapizados absorben las ondas sonoras. Las alfombras en el suelo ayudan a debilitar el ruido y las cortinas confeccionadas con tejidos gruesos mitigan tanto el ruido del exterior como de la propia casa.
Los muebles adosados a la pared, como estanterías o armarios empotrados, cumplen la función de aislamiento y además se gana almacenaje.
Cuadros y espejos también reducen el sonido del otro lado del muro y el eco interior.

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